Resulta que me encuentro con una tesis a medio hacer y dos trabajos, uno de ellos a tiempo completo. Claro, ya no tengo tiempo para jugar y pelearme con configuraciones, formatos propietarios, ... Así que, a pesar de haber estrenado un flamante portátil hace apenas seis meses, me he decidido a cambiarme a mac. Tiene nuestra querida bash y, gracias a fink, un montón de aplicaciones linux pero, lo más importante... ¡funciona!
Ya lo sé, soy un traidor. La sociedad laboral me ha vuelto a ganar, obligándome a perder el tiempo en cosas productivas. Espero que, gracias a toda la comunidad libre, mi decisión no me aleje tanto como me auguran algunos de ese mundo maravilloso donde programar y compartirlo es un placer.
De momento, inauguro el blog donde hablaré de mi transición al universo de la poderosa manzana desde nuestro querido Tux. Espero que no sólo sirva a los que usan mac sino también a los indecisos entre los dos sistemas. Prometo ser muy sincero. A ver quién dice que los maqueros (o macarras ¿verdad Pablo?) no colaboramos.
Ciaop.
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